10 octubre, 2024

Tres puntos claves para tratar la insuficiencia cardíaca

La Federación Argentina de Cardiología indica que es la primera causa de hospitalización en pacientes mayores de 65 años, por delante del cáncer y las enfermedades respiratorias.

Las insuficiencias cardíacas pueden explicarse en patologías como una afección coronaria, angina de pecho o el ataque cardíaco, sin dudas la razón más común de esta enfermedad, sin olvidar a la hipertensión como otro factor de riesgo.

“Es una falla cardíaca que hace que el corazón no pueda manejar el caudal de sangre que le llega por el circuito venoso y tampoco pueda manejar el volumen que saca para llevar sangre a todo el volumen del organismo”, explica Juan José Herrera Paz (M.N. 85.175), jefe de Cardiología de Fleni, tal como lo reflejó TN.

La función reducida de la bomba hace que el suministro de oxígeno a órganos importantes como el cerebro, los riñones y los músculos disminuya. Las señales de advertencia para la aparición de insuficiencia cardíaca son el aumento de la fatiga, la pérdida de rendimiento, la hinchazón en las piernas y los tobillos y la tos nocturna.

La Federación Argentina de Cardiología (FAC) indica que es la primera causa de hospitalización en pacientes mayores de 65 años, por delante del cáncer y las enfermedades respiratorias. Su prevalencia estimada en el mundo es del 2,6% en la población adulta.

“Fue considerada como una epidemia del nuevo milenio, porque la población vive cada vez más tiempo y porque se progresó en el tratamiento de las causas principales. Los pacientes evolucionan mejor de su enfermedad primaria como la hipertensión y la enfermedad coronaria. Los pacientes sobreviven y con el tiempo desarrollan insuficiencia cardíaca”, repasa el médico.

A continuación, los 3 pilares para tratar la insuficiencia cardíaca

  1. El estilo de vida
  2. La alimentación saludable
  3. Medicación

“En algunos casos, se llega a la cirugía. Pero es importante estar atentos a los primeros síntomas y realizar una consulta con el médico para poder prevenir la progresión de la enfermedad. Haciendo pequeñas modificaciones en la vida cotidiana podemos revertir esta situación sin llegar a una intervención quirúrgica”, concluye la doctora María Lorena Coronel (M.P 4.458); cardióloga miembro de la FAC.